Textos de Tucídides

1.- Declaración de intenciones.
Sin embargo, no se equivocará quien, de acuerdo con los indicios expuestos, crea que los hechos a los que me he referido sucedieron poco más o menos como he dicho, y no de más crédito a lo que sobre tales hechos han cantado los poetas o han compuesto otros escritores. Con frecuencia muchos autores escriben sobre cosas de las que no tienen pruebas y sobre hechos que, debido al paso del tiempo, resultan en su mayor parte increíbles, inmersos en el mito.
Quizá la falta de un elemento mítico en mi narración reste encanto a mi obra. Pero si cuantos quieren tener un conocimiento exacto de los hechos del pasado (y de los que, de acuerdo con las leyes de la naturaleza humana, habrán de ser iguales o semejantes en el futuro) consideran que mi obra es útil, entonces será suficiente. Mi obra ha sido compuesta como una adquisición para siempre, no como una pieza de concurso para deleite de un momento. (1.21-22)

Imperialismo y democracia. De Atenas a los EEUU. Bernardo Souvirón
Alayor, Menorca. Primavera 2013
Talleres Islados:

2.- Pericles reconoce la tiranía exterior de Atenas.
No penséis que lucháis por una sola cosa, impedir que vuestra libertad se convierta en esclavitud, sino también por evitar la pérdida de vuestro imperio y el peligro resultante de los odios que os atrajisteis en el mando. Ni siquiera os es posible deponerlo, si es que alguno en la hora presente, temeroso, lo propone por pacifismo, dándoselas de hombre de bien, pues lo habéis convertido ya en una tiranía, cosa cuya consecución se considera injusta, pero el renunciar a ella, peligroso. 

3.- Estragos morales producidos por las guerras civiles.
  • 3. 82. 2. 
Muchas calamidades se abatieron sobre las ciudades con motivo de las luchas civiles, calamidades que ocurren y que siempre ocurrirán mientras la naturaleza humana sea la misma [...] En tiempos de paz y prosperidad los Estados y los particulares son magnánimos porque no se ven urgidos por situaciones de imperiosa necesidad. Mas la guerra, que arrebata el bienestar de la vida cotidiana, es un feroz maestro que modela los sentimientos de acuerdo con las circunstancias.
  • 3. 82. 4. 
Cambió el significado normal de las palabras, y se distanció de los hechos [...] La audacia irreflexiva pasó a ser considerada un valor fundado en la lealtad al partido; la vacilación prudente se consideró cobardía disfrazada; la moderación, una máscara para encubrir la falta de hombría, y la inteligencia [...] incapacidad total para la acción. La precipitación irreflexiva se tomó como cualidad viril y la precaución con vistas a la seguridad se consideró un pretexto para eludir el peligro. 
  • 3. 82.6. 
Los vínculos de sangre llegaron a ser más débiles que los del partido, [...] porque estas asociaciones no se constituían de acuerdo con las leyes establecidas para el bien público, sino al margen de la ley y al servicio de la codicia. Las garantías recíprocas no se basaban tanto en juramentos de fidelidad como en la trasgresión de la ley perpetrada en común. Las propuestas de los adversarios, especialmente si detentaban el poder, eran aceptadas por precaución realista, no por nobleza de espíritu. 
  • 3. 82.7-8. 
Quien triunfaba basándose en el engaño conseguía como trofeo la fama de inteligencia, pues la mayor parte de los hombres aceptan mejor el calificativo de inteligentes cuando son unos canallas que el de cándidos cuando son hombres de bien: de esto se avergüenzan, mientras que de aquello se enorgullecen. En realidad, la causa de todos estos males era el deseo de poder inspirado por la codicia y la ambición.

4.- Palabras de Alcibíades en relación con la democracia.
En cuanto a la democracia, todos los que somos personas sabemos lo que vale, y yo mismo mejor que ningún podría denigrarla, en cuanto que he recibido de ella el peor trato. Pero nada nuevo podría decir sobre lo que todo el mundo reconoce que es una insensatez. En cambio, nos parecía una empresa algo arriesgada fomentar el cambio político estando vosotros, enemigos nuestros, o nuestras puertas.

5.- Diálogo de los melios. Expresión de una de las leyes históricas: la del más fuerte.
  • 5. 86
Melios: “La oportunidad de explicarnos mutuamente nuestros puntos de vista no merece ningún reproche. Sin embargo, la realidad de la guerra [...] parece estar en desacuerdo con una propuesta como ésta. En efecto, vemos que vosotros habéis venido como jueces de lo que aquí vaya a tratarse, y vemos también que a nosotros el fin del debate nos traerá con toda probabilidad el siguiente resultado: si logramos imponernos en el campo de la ley y por ello no cedemos, la guerra; y si nos dejamos convencer, la esclavitud”.
  • 5. 89. 
Atenienses: “Se trata de alcanzar un acuerdo que sea posible de acuerdo con lo que unos y otros sentimos, porque vosotros habéis aprendido, igual que lo sabemos nosotros, que en relación con los asuntos humanos (ἐν tῷ ἀνθωπείῳ λόγῳ) sólo cabe juzgar (κρίνεται) lo que es justo (δίκαια) cuando se parte de una igualdad de fuerzas. En caso contrario, los poderosos determinan (πράσσουσι) lo que es posible (δυνατά) y los más débiles lo aceptan”.
  • 5. 91-93. 
Atenienses: No son los que ejercen el poder sobre otros quienes son temibles para los que han sido vencidos, [...] son temibles los súbditos (ὑπηκοοί) si un día llegan a atacar y vencer a sus dominadores. [...] Nosotros queremos someteros sin daño y que vuestra salvación sea útil para ambas partes”.
Melios: “Y ¿cómo ha de resultar útil para nosotros convertirnos en esclavos en la misma medida que para vosotros esclavizarnos?”.
Atenienses: “Porque vosotros, al ser nuestros súbditos (ὑπακοῦσαι), no sufriríais los males más terribles, y nosotros, al no destruiros, obtendríamos beneficio”.

(En relación con estos textos de Tucídides cabe relacionar esta cita de Th. Hobbes -De Cive, 8.1-: Está escrita unos dos mil años después que la obra de Tucídides, pero va en la misma línea. En realidad, también cabe preguntarse si hoy hemos superado esta concepción. La cita es la siguiente: 
El bien que recibe el vencido o el más débil es la vida que, por el derecho de guerra y en el estado natural de los hombres, podía serle quitada; y la ventaja que promete al vencedor es su servicio o su obediencia.)
  • 5. 116. 
Los melios [...] se rindieron a los atenienses. Estos mataron a todos los melios adultos que apresaron y redujeron a la esclavitud a niños y mujeres. Y ellos mismos, con el posterior envío de quinientos colonos, poblaron el lugar.

1 comentario:

jorge dijo...

Tucídides. El mejor ejemplo para los historiadores y periodistas de hoy. Que lejos en el tiempo y que actual.